Número 33 de un total de 138 países. Ese fue el veredicto del Foro Económico Mundial (WEF) al revelar el ranking global 2016-2017 que desarrollan en base al Índice de Competitividad Mundial, publicado este martes, que representa un avance de dos lugares con respecto a la medición del año pasado.
Con una calificación de 4,64 puntos –en un rango que va del uno al siete– el país se posicionó como el más competitivo de América Latina y el Caribe y el trigésimo tercero del mundo, un puesto más arriba que Tailandia y uno más abajo que España.
Dentro de los “pilares” que la institución establece como fundamentales, además, Chile calificó como el primero en la región en el ítem “educación superior y entrenamiento”, superando las cinco unidades de puntuación.
En términos globales, el reporte de la organización destaca que se observa un declive en los últimos diez años en la apertura comercial internacional, lo que identifica como un riesgo para la innovación y el crecimiento global. “El declive en la apertura económica global está afectando la competitividad y dificultando la tarea de lograr crecimiento inclusivo y sostenible”, señala el fundador y presidente ejecutivo del WEF, Klaus Schwab.
Durante la presentación del informe, el ministro de Economía Luis Felipe Céspedes señaló que ve “el vaso medio lleno” y que el país se ha logrado consolidar en la región, mientras que destacó los avances en institucionalidad e infraestructura.
Además, el secretario de Estado mencionó el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica como una señal de apertura al mundo. “Este es un país que basa sus resultados en la apertura comercial. Como Gobierno estamos por suscribir el TPP”, dijo.
En la instancia, también apuntó a la productividad del país, diciendo que es “la única brecha” que diferencia los ingresos de los trabajadores chilenos con respecto a los trabajadores de países desarrollados.
Finalmente, se refirió a la innovación y el emprendimiento como motores del crecimiento, e indicó que es necesario impulsar la investigación y el desarrollo en el país, que en este momento se encuentran en el “nivel de Estados Unidos en los años 40”.
“Tenemos condiciones que nos permitan fortalecer el crecimiento, enfrentar la desigualdad y dejar atrás la dependencia del cobre”, señaló.
Fuente: Pulso