Luego que las marejadas se instalaran como un fenómeno permanente en las costas del país, como parte del cambio climático, los terminales portuarios nacionales comenzaron a adoptar medidas para enfrentarlas y minimizar el impacto en sus operaciones.
Uno de los primeros pasos se dio en el puerto de Arica, donde ayer fue inaugurado el primer sistema del país -y también de Sudamérica- que permite atender buques bajo fuertes condiciones de marejadas, además de vientos y corrientes marinas.
El dispositivo, denominado Shore Tension , combina el uso de amarras y un mecanismo hidráulico que mantiene las naves cargueras, de cualquier tamaño, firmemente ancladas al muelle.
“El movimiento de las naves es casi mínimo. Eso permite que los trabajadores estén en faenas seguras y no expone a daños las cargas”, explicó Diego Bulnes, gerente general de Terminal Puerto Arica (TPA).
La iniciativa se activó hace dos años y requirió capacitaciones, además de entrenamiento, para personal portuario, los que se extendieron por casi un mes.
Presencia internacional
La inversión superó los US$ 2 millones y posibilitará atender un barco a la vez con ese sistema, el que actualmente se utiliza en forma masiva en puertos de Holanda, además de Bélgica, Alemania, Francia, España, Portugal e Italia. También, en Asia, algunos terminales portuarios de África y en tres recintos de Australia.
En tanto, en Arica su operación se focalizará en uno de los cuatro muelles que operan en el puerto, y que es el más expuesto a las marejadas, con cerca de 70 episodios al año, aunque no todos ellos implican necesariamente el cierre del terminal y la suspensión de todas las faenas en su interior.
Ahí, las marejadas se concentran, generalmente, en víspera de invierno, durante esa estación y en las primeras semanas de la primavera.
Un promedio de 12 buques al mes son atendidos en esa zona, la que es parte de un recinto donde el flujo total de naves cargueras que se reciben durante ese mismo período es de 35, aunque la cifra puede subir incluso hasta los 40 buques.
“Es una inversión en tecnología que potencia nuestra competitividad y la de nuestros clientes”, añadió Bulnes respecto de la iniciativa más innovadora del actual plan de modernización de la compañía concesionaria del recinto de 20 hectáreas, ubicado frente al centro de la ciudad y a los faldeos del Morro.
En el terminal portuario del extremo norte, donde también arriba un promedio de 150 camiones al día procedentes de Bolivia, se embarcan más de 3,2 millones de toneladas de cargas anualmente.
Un 81% de ese movimiento corresponde a cargas en tránsito desde y hacia Bolivia, que van desde combustibles y productos industriales, hasta manufacturas, minerales, diversos tipos de alimentos, partes de vehículos e incluso maderas.
Fuente: El Mercurio